lgo que mi mamá siempre le dió un máximo valor fue el mes de diciembre, por ser el mes que nos trae el regalo universal de la Navidad. Desde el 2024 que partió a las moradas celestiales lo estará disfrutando en compañía de los ángeles del cielo.
🎄 Y lo cierto es que con esta nueva publicación, preservo su recuerdo y su legado, caracterizado por un amor abnegado que mantuvo hasta el último de sus días caracterizado por dolencias de vesícula, hernia y cataratas avanzada: lo impresionante es que con todo ese coctel de dolencias siempre estuvo dispuesta a darnos cualquier atención que estuviera a su alcance.
🎄 Son reflexiones del amor de una madre de las que conozco pocas, porque con lo poco que su limitada economía le permitía, hizo más de lo que podía por sus hijos y nietos, es decir, no se dedicó a demandar cuidados de sus hijos y nietos (que los merecía sobradamente) sino que siempre tuvo amor para dar en abundancia.
🎄 Cuando una persona como mi mamá parte de este plano terrenal, la reflexión es que este mundo perdió un ser insustituíble, que pese a su edad, aún tenía mucho más para dar, .... tenía demasiado amor para seguir dando a hijos y nietos. ¡Qué más pudo darnos y la muerte la sentenció a dejarnos (físicamente hablando)!.
🎄 Su legado de amor quedó plasmado es su eterna fidelidad a mi papá (que siempre se lo admiré y respeté) que le fue arrebatado luego del nacimiento de mi hermano menor, lo cual le acortó la dicha conyugal terrenal, pero ella siempre se sintió dichosa de su compañía, y solo tuvo palabras de respeto que exaltaron la memoria de mi papá.
🎄 Al entrar en la casa se veía el cuadro de mi papá que siempre se mantuvo en la sala. Hoy ese cuadro goza de la compañía de las cenizas de mi mamá, tal como se aprecia en la siguiente imagen:

🎄 Y sucede que además del increíble valor de la eterna fidelidad, también nos lega el valor del aprecio por la navidad. Resulta y acontece que los humanos estamos condicionados por los valores que nos inculcan en el nido familiar, los cuales nos acompañarán de por vida, y, precisamente apreciar la navidad fue uno de esos valores inculcados por mamá: el pesebre, el arbolito, los regalos y, ... el amor de familia.
🎄 Físicamente mi mamá no está acompañándonos esta navidad, pero vive (y por siempre será así) en nuestros corazones... algún día nos reuniremos todos en las moradas celestiales.
La persona realmente muere, cuando muere su recuerdo. Por eso es importante honrarla con el recuerdo que ella merece. 🌹 🌹 🌹
🎄 Por lo pronto me alegro que las navidades de mamá en el cielo las está disfrutando de lo lindo, escuchando y cantando coros celestiales. Son sus segundas navidades, y le esperan muchas otras contemplendo el rostro de nuestro Salvador Jesús.

No hay comentarios:
Publicar un comentario