
Cuando me inicié en la redacción de este blog, inseguro de continuarlo, porque pensé que nadie lo leería, tenía varias razones que forjaban mi leitmotiv literario. Una de esas razones, era apreciar la valoración que le damos al amor, luego de años de matrimonio, que me hizo caer en un juego semántico, al preguntarme: ¿valió la pena?, o al exclamar: ¡valió la pena!. Aunque como ejercicio literario es muy interesante, les aseguro que más interesantes les parecerán las diferencias de experiencias que fundamentan tanto a la pregunta como a la exclamación, y segurisísimo estoy que te identificarás con alguna, porque en pruebas que he hecho, lo he evidenciado.
Comienzo diciendo que este post se origina por una conducta muy humana, que es evaluar resultados. De esta conducta, tan identificada a actividades empresariales, no queda exento el amor. Porque he visto a ancianos, demasiadas veces, evaluando la ricura de su amor dorado. Lo he visto en matrimonios que no resistieron las embestidas de los problemas conyugales. incluso, en amores de adolescentes, que aún cuando sus amores no fueron premiados por una largura de años, aún así evocan lo vivido cayendo en evaluaciones sentimentales de lo vivido.
La pregunta:
¿VALIÓ LA PENA NUESTRA AMOR?.
Realmente, cuando esa construcción gramatical la he escuchado en sentido de interrogación, es para expresar reproches al amor. Vean estos ejemplos: ¿valió la pena entregarte mi juventud para luego ver que fue tiempo perdido?. ¿Valieron la pena tantos besos para que finalmente terminaras deseando y besando otra boca?. ¿Valieron la pena tantos sacrificios,
para que ahora me salgas con esto? .... y la lista, es más extensa aún.
En esos reproches, se nota una carga depresiva, desilusión, cansancio, asombro por ingratitud, etc. Es la experiencia del amor que no se expresó en toda su plenitud, por factores como: egoísmos, celos, inmadurez, infidelidad, inconstancia, etc.
En lo personal, me da mucha tristeza cuando veo que una pareja le lanza esa recriminación a su par. Porque creo en la grandeza del amor, y está claro que dicha pareja cuando mucho, no pasó del "amor de enanos".
Cuando alguien se pregunta depresivamente, ¿valió la pena nuestro amor?, lo dice con tal dolor en el alma, que es como que si el tiempo se hubiera perdido en el limbo, o que hubiera hechado lo mejor de su tiempo para amar al cesto de la basura. Así como el tiempo, así quedó su alma, toda arrugada, toda envejecida de tanto llorar por amor.
Comienzo diciendo que este post se origina por una conducta muy humana, que es evaluar resultados. De esta conducta, tan identificada a actividades empresariales, no queda exento el amor. Porque he visto a ancianos, demasiadas veces, evaluando la ricura de su amor dorado. Lo he visto en matrimonios que no resistieron las embestidas de los problemas conyugales. incluso, en amores de adolescentes, que aún cuando sus amores no fueron premiados por una largura de años, aún así evocan lo vivido cayendo en evaluaciones sentimentales de lo vivido.

La pregunta:
¿VALIÓ LA PENA NUESTRA AMOR?.
Realmente, cuando esa construcción gramatical la he escuchado en sentido de interrogación, es para expresar reproches al amor. Vean estos ejemplos: ¿valió la pena entregarte mi juventud para luego ver que fue tiempo perdido?. ¿Valieron la pena tantos besos para que finalmente terminaras deseando y besando otra boca?. ¿Valieron la pena tantos sacrificios,

En esos reproches, se nota una carga depresiva, desilusión, cansancio, asombro por ingratitud, etc. Es la experiencia del amor que no se expresó en toda su plenitud, por factores como: egoísmos, celos, inmadurez, infidelidad, inconstancia, etc.
En lo personal, me da mucha tristeza cuando veo que una pareja le lanza esa recriminación a su par. Porque creo en la grandeza del amor, y está claro que dicha pareja cuando mucho, no pasó del "amor de enanos".
Cuando alguien se pregunta depresivamente, ¿valió la pena nuestro amor?, lo dice con tal dolor en el alma, que es como que si el tiempo se hubiera perdido en el limbo, o que hubiera hechado lo mejor de su tiempo para amar al cesto de la basura. Así como el tiempo, así quedó su alma, toda arrugada, toda envejecida de tanto llorar por amor.
Pero, cuando esa construcción gramatical la he escuchado en sentido exclamativo, es para expresar la satisfacción interna tan inmensa que le ha dejado el amor a esa persona.
¡VALIÓ LA PENA NUESTRO AMOR!, porque sirvió de apoyo a una madre, con hijos, cuyo cónyuge, con su amor desinteresado, se convirtió en su bastón para apoyarse, seguir adelante y ....... GRADUARSE!. Lo digo, porque tengo manías por asistir a actos de graduación, por lo emotivos que son, y son ya muchas las mujeres y hombres que lanzan esa exclamación mostrando gratitud.
¡VALIÓ LA PENA NUESTRO AMOR!.Cuando el cónyuge se ha desvelado al lado de su amada para ayudarla a recuperarse de una grave enfermedad.
¡VALIÓ LA PENA NUESTRO AMOR!. Cuando dos ancianitos, recuerdan añejas y sentimentales experiencias.
Son más los casos que podría citar, pero no quiero cansar a mis fieles seguidores. En todo caso, y puntualizando, dicha exclamación es la evidencia de un alma humana que siente haber hallado en el amor, la experiencia emocional y espiritual más significativa de su vida. En consecuencia, paso a citar dos aspectos que ponen en evidencia, la satisfacción con el amor:
La 1era es que se sabe que un hombre es un excelente amante, por una condición muy sencilla, y es que logra que la mujer se sienta orgullosa de ser mujer. Es la mujer que exclama: ¡valió la pena nuestro amor!.
La 2da es que se sabe que una mujer ha representado una maravillosa experiencia de pareja para un hombre, porque logra que el hombre diga: ¡VALIÓ LA PENA NUESTRO AMOR!, que es a quienes más le he escuchado la frase, y son esos hombres agradecidos con el amor, quienes me inspiraron este post.
¡VALIÓ LA PENA NUESTRO AMOR!, porque sirvió de apoyo a una madre, con hijos, cuyo cónyuge, con su amor desinteresado, se convirtió en su bastón para apoyarse, seguir adelante y ....... GRADUARSE!. Lo digo, porque tengo manías por asistir a actos de graduación, por lo emotivos que son, y son ya muchas las mujeres y hombres que lanzan esa exclamación mostrando gratitud.
¡VALIÓ LA PENA NUESTRO AMOR!.Cuando el cónyuge se ha desvelado al lado de su amada para ayudarla a recuperarse de una grave enfermedad.
¡VALIÓ LA PENA NUESTRO AMOR!. Cuando dos ancianitos, recuerdan añejas y sentimentales experiencias.

Son más los casos que podría citar, pero no quiero cansar a mis fieles seguidores. En todo caso, y puntualizando, dicha exclamación es la evidencia de un alma humana que siente haber hallado en el amor, la experiencia emocional y espiritual más significativa de su vida. En consecuencia, paso a citar dos aspectos que ponen en evidencia, la satisfacción con el amor:
La 1era es que se sabe que un hombre es un excelente amante, por una condición muy sencilla, y es que logra que la mujer se sienta orgullosa de ser mujer. Es la mujer que exclama: ¡valió la pena nuestro amor!.
La 2da es que se sabe que una mujer ha representado una maravillosa experiencia de pareja para un hombre, porque logra que el hombre diga: ¡VALIÓ LA PENA NUESTRO AMOR!, que es a quienes más le he escuchado la frase, y son esos hombres agradecidos con el amor, quienes me inspiraron este post.
Es que conforme hay tantas mujeres agradecidas o desilusionadas con el amor, así ocurre con el hombre. Pero la mayoría de los textos al amor, son escritos por mujeres, y con marcado acento feminista. Pero, por muy feminista que sea la mujer, debe pensar cómo quiere ser evaluada por su pareja, que diga ¿valió la pena nuestro amor?, o que con toda satisfacción proclame a los cuatro vientos, ¡valió la pena nuestro amor!.


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