El poder del amor.

Saliendo a trotar, participando en bailoterapia, asistiendo diariamente a entrenamiento en un gimnasio, sesiones de masajes, dietas, cremas, y muchas otras actividades más son los mecanismos que siguen muchas mujeres, y no pocos hombres, para verse cada día mejor físicamente. Pero: faltó algo en la lista, ya que se nota la ausencia de alimento para el alma. Y, precisamente por falta de ese ingrediente, es que se puede notar como pese a tanto embellecimiento y sacrificio corporal, no se obtiene un nivel de gozo adecuado. Al

contrario, la ansiedad sigue y se advierte en frases como: ¡No logro bajar la gordura!; ese es el mensaje que recibe nuestro cerebro y los días pasan, pierdéndose la invalorable oportunidad del disfrute pleno de los valiosos días de nuestra existencia. Fijando posición: el cuidado y mantenimiento físico, es recomendable y hasta importante, pero haciendo acto reflexivo: nada es más valioso que la alegría del alma. A los casados: el hombre se casó con la mujer, no con el cuerpo bonito de la mujer, y es por eso, que pese a engordar, siempre el amor la hará ver bella. La gordura es un fantasma, el amor es la vida misma. Si eres del tipo de persona que sonríe, que compartes alegrías, que apoyas, das consuelo, que incluso besas bonito, entonces, ninguna gordura podrá restarte nada como persona amada que eres; la resta psicológica la haces tú, con tu ansiedad e ideas preconcebidas. Reflexiona más en el poder del amor que es hermosamente eterno, y menos en el poder de tu físico, el cual es efímero, y así, vivirás más a plenitud. Cuando se reflexiona en el poder del amor, compartes más con tus seres queridos, cuando reflexionas en el poder de la belleza corporal compartes más con el gimnasio, y privas a tu alma del rico manjar de la compañía de tus seres amados. Maravilla ver matrimonios con varias décadas de vivir juntos, con cónyuges que no son modelos de belleza pero si modelos de amor. Sólo el poder del amor te dará días felices. No se ha querido desestimar o anular la importancia del cuidado físico, lo que se ha tratado acá es de poner de relieve que el cuidado físico es vanidad, y por tanto no es buen alimento para el alma: es como querer alimentar al cuerpo con golosinas y no proveerle de los nutrientes adecuados, lo cual lo conduce a la anemia.