beneficios de un "capitalismo salvaje", como lo llaman ellos. Si este es un blog que trata del amor en general, abro ese debate, y lo ejemplifico así: cierta vez una joven de cierto país latino visito varias zapaterías, y tenía el "dilema" de tener que escoger entre infinidad de modelos. A propósito del discurso presidencialista anti-capitalista alguien aprovechó para referir: en un país comunista no tienes esa variedad para escoger. Es lamentable que problemas tales como racionamiento eléctrico, escasez de alimentos básicos, escasez de agua, control ideológico de la enseñanza, militarismo, represión al periodismo disidente, etc, sea lo que se observa en países que critican fuertemente al capitalismo, y, nada de eso es lo que se presta como modelo de desarrollo para ser amado por nadie. Por eso, la contracorriente es que el capitalismo es digno de ser amado, porque pese a sus problemas, permite el desarrollo de las democracias y la expresión de un mejor nivel de vida, por supuesto, para aquellos que se capacitan y se preocupan por profesionalizarse. Es muy cierto la opinión churchiliana de que el socialismo es la repartición equitativa de la pobreza, y, la pobreza no la ama nadie; porque incluso la Biblia expone que el plan divino para el hombre es su prosperidad. En Venezuela, su presidente ha repetido: ser rico es malo; estoy seguro que semejante reflexión no es compartida por personas capaces y brillantes. El amor también es expresar una posición política o ideológica sobre un sistema de valores y acciones que garanticen el máximo nivel de desarrollo a las generaciones futuras, lo cual no fue lograda por las derrotadas sociedades socialistas que algunos presidentes quieren reivindicar, pero que es imposible, porque su fracaso, más evidente, es la masiva cantidad de cubanos que arriesgan sus vidas antes que "seguir soportando ese régimen". Por amor a nuestros hijos, reflexionemos en lo que más conviene a un país en materia de desarrollo.

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