Haciendo del amor, una realidad cotidiana.

Está en cada uno de nosotros hacer del amor, una realidad en nuestras vidas: Valorando todas las bendiciones de amor que Dios nos prodiga de múltiples maneras, como son: los padres, los hijos,el cónyuge, los amigos, los compañeros de trabajo, los jefes, los maestros, los hermanos de la iglesia donde nos congregamos, nuestras mascotas, etc. Hay veces no apreciamos debidamente el contar con ellos, y,

llegamos a estar ciegos del amor incalculable y desinteresado que recibimos de muchos de ellos(probablemente la mayoría). Pero, a partir de hoy, expresa a Dios tu gratitud por todos ellos, y, disponte a ser más generoso, más amable, más sincero con todos ellos. Regálales una palabra linda, y si tu presupuesto es holgado, regálales un presente cualquiera a cual de ellos pienses que lo apreciará mejor y que es justo merecedor, porque está claro, que es probable que algunos de ellos están algo ocupados en sus problemas y eso los hace a veces algo materialistas: pero aún así, son parte de tu "entorno afectivo". Analiza internamente: "¡sí son valiosos!", y compénsalos como tal. No olvides que el amor no es una simple palabra bonita, es que, ¡el amor es real!, y no está invisible en el aire, está en el corazón de todas las personas que les has dado permiso de pertenecer a tu entorno afectivo.